Alexis Pardillos.
Fuente: SINC
Imagen: Pixabay
Un estudio reciente realizado
por diferentes centros de investigación internacionales y publicado en Nature Communications revela que
hasta el 64% de la población europea podría proceder tan solo de tres linajes
diferentes situados en la Edad del Bronce. Se trata de una cuantificación que ha sido estimada tras analizar el
ADN de 334 varones de 17 regiones europeas diferentes, incluyendo algunas de Turquía
y Palestina.
El ADN humano contiene 23 pares de cromosomas en el núcleo de cada célula diploide. De los 23 pares de cromosomas, 22 son autosómicos (no marcadores sexuales) y un par de ellos determinante del sexo (dos cromosomas X en las mujeres y uno X y uno Y en los varones).
El trabajo ha secuenciado 3,7
millones de pares de bases (Mb) de la región específica masculina del cromosoma
Y (MSY) en una muestra que se entiende representativa formada por 334 varones
procedentes de regiones de los siguientes países: España, Grecia, Serbia, Hungría,
Alemania (Baviera), Países Bajos (Frisia), Dinamarca, Noruega, Italia
(Toscana), Finlandia (Sami), Inglaterra (Herefordshire y Worcestershire), Islas
Orcadas (al Norte de Escocia), Turquía y Palestina.
En España las muestras se tomaron
en regiones del centro de la península y en el País Vasco.
La investigación, en la que ha
participado la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y que ha sido dirigida por Chiara Batini, investigadora del departamento de Genética de la Universidad de
Leicester en Reino Unido, también deduce que fue a partir de aquellos linajes
cuando se produjo un boom en la demografía de aquellos tiempos, explosión que
se produjo aproximadamente hace entre unos 2.000 y 4.000 años y a la que no se
ha podido relacionar con ningún acontecimiento ni ninguna circunstancia histórica concreta
de aquella época.
“Los resultados parecen apoyar una doble contribución neolítica a un
sustrato europeo cazador recolector: una primera migración neolítica temprana
procedente del cercano Oriente y una segunda migración neolítica tardía
procedente del mar Caspio”, afirma Eduardo Arroyo-Pardo, investigador del grupo
de Genética Forense y Genética de Poblaciones de la Facultad de Medicina de la UCM, coautor del estudio.