Alexis Pardillos
Fuente: Nature, SINC
Mapa de ubicación mundial del hallazgo en Daoxian
Se suponía que el Homo sapiens había emigrado desde África hasta
Asia Oriental hacía entre unos 40.000 y 60.000 años. Estas eran las estimaciones en función de que
los restos humanos más antiguos hallados
en aquellas latitudes no superaban los 45.000 años.
Recientemente, un grupo
internacional de arqueólogos ha descubierto en la cueva de Fuyan, en Daoxian, al
Sur de China, un conjunto de 47 dientes, pertenecientes a Homo sapiens, con una
antigüedad de entre 80.000 y 120.000 años, lo cual adelantaría en unos 20.000
años la llegada de nuestros primeros ancestros al continente asiático.
Parte de los 47 dientes encontrados en China. Foto: S. Xing X-J. Wu
Los dientes, que son algo más
pequeños que los encontrados en yacimientos de África, Europa y otras partes de
Asia, evidencian que ya el hombre había
llegado a esos confines asiáticos entre 30.000 y 70.000 años antes que al
continente europeo. Pero, ¿qué fue lo que impidió o retuvo la expansión de
aquellos primeros hombres hacia latitudes más occidentales? El Homo sapiens no
llegó a Europa hasta hace entre unos 40.000 a 60.000 años.
Es posible, como barajan algunas
hipótesis, que fuera el neandertal el
que durante tantos años y hasta su decadencia, defendió a ultranza aquellas
tierras, no permitiendo el acceso de otra especie homínida diferente a la suya.
Entre 1925 y 1935 se descubrieron
en las cuevas de Skhul y Qafzeh,
en Israel, diferentes restos de homínidos que presentaban una suerte de mezcla
fisionómica entre los homínidos más arcaicos y los sapiens modernos. Aquellos
restos tenían entre 80.000 y 120.000 años y sus dueños, que se habían
desarollado en la cultura Musteriense, se habían expandido hasta el punto más alejado de su origen, tal y como se pensaba.
El hallazgo de estos dientes en
China, conlleva así pues, que no solo llegaron hasta territorios israelíes
aquellos primeros homínidos procedentes de África, si no que, en aquellas
primeras incursiones, mucho antes de las generalizadas hace unos 40.000 años,
aquellos homínidos habían logrado alcanzar el continente asiático, aunque fuese
de una manera aislada y diseminada. Es lógico pensar que una travesía hacia el
Este sería más llevadera climática y ambientalmente que hacia el Norte, donde
encontrarían, aquellos humanos, grandes desiertos y estremecedores inviernos.
Ubicación geográfica y estratigrafía de la cueva de Fuyan / Imagen: Y-J Cai, X-X Yang, X-J Wu
El estudio, trabajo de, entre
otros, la arqueóloga de la Universidad de Burgos, María Martinón-Torres y el experto arqueólogo José María Bermúdez de Castro, fue publicado en la revista Nature el pasado 14 de octubre.
Hay, así pues, que reconstruir,
de nuevo el mapa del trayecto seguido por los sapiens en su
expansión por el mundo, al menos cronológicamente.
Mapa actualizado de las tempranas y las tardías migraciones. Imagen: Nature
Y seguir planteándonos cuál fue
el motivo de aquella expansión, si fue debida a circunstancias externas o, por
el contrario, un desarrollo notable de las capacidades cognitivas apostaban por
la búsqueda de un territorio ideal, como
si fuera una quimérica caravana de
hombres y mujeres siguiendo, quien sabe, leyendas y mitos, en aquellos prehistóricos
y lejanos tiempos del pasado.